domingo, 27 de enero de 2008

Porque estoy aquí...ahora

Nado en la oscuridad,… respiro bajo el agua como un pez dentro de mi piscina placentaria. El claustro materno me acoge con tibieza y abro mis enormes ojos, como si en realidad pudiese ver.

Una contracción violenta, inevitable, desgarradora, que me expulsa al mundo. Un parto que me arroja al frío y a la soledad.

Trato de respirar, pero aún no se han desplegado mis pulmones. Entonces grito. Un grito que suena a llanto, que me rompe por dentro, pero que abre mis alveolos y me permite sobrevivir. Un grito para que entre el aire en mi interior,… para no enloquecer.

Apoyo mis débiles músculos y me esfuerzo en incorporarme, un pie luego otro…caigo una y otra vez. Pero hay manos amigas que me ayudan a levantar.
Manos que me devuelven un poco de calor,… porque….hace frío…

Me descubro endeble y desvalida, una larva que tendrá que enfrentarse a la metamorfosis.

Busco un lugar en donde tejer mi crisálida, y me acurruco adoptando de nuevo el estado fetal.

Más oscuridad, más frío, más soledad, pero… más calma. Las sombras que se apoderan de mi mente durante días. ¿Por qué será tan difícil vivir?.

Me despierto y aún somnolienta entreveo un resquicio de luz. Araño y muerdo la seda que me protege y consigo abrir un pequeño orificio.
Primero una leve luz dorada, luego un rayo que me ciega.
Mis extremidades luchan por el espacio y consiguen salir al exterior.
Y así como la llegada de la primavera, como una puesta de sol, como un amanecer, despliego como un abanico mis alas de mariposa.

Nuevos colores y olores, nuevos sabores. Alas para volar, que no se usar. Antenas que papan sin sentir… Poder libar el néctar y saborearlo. Pero sobre todo abrir mis brazos y alcanzar la libertad…la felicidad.

Me acerco a una gota de rocío y me miro en su convexo espejo. ¡Que extraña apariencia!, pero que hermosa. Mis ojos son los mismos, sigo siendo yo, no todo se ha perdido en el cambio… pero cada día adquiero nuevos colores, como si quisiera recrear la propia naturaleza.

Otras de mi especie giran a mi alrededor, me ofrecen de nuevo la amistad y me arrastran al interior de un torbellino que me eleva. Me siento de repente parte de los vientos y las nubes. Me abro como una flor, para acoger las brisas que quieran transportarme.

¡Qué hermoso es vivir!, pienso ahora, y mi mente me traiciona y me reprocha el sentirme bien…”pero no te fíes...volverás a caer”…

Así que cierro los ojos, respiro profundamente y decido:
Beberme la vida a sorbos y amar con la intensidad de mi último día sobre la tierra. Porque sí, porque estoy aquí, porque estoy viva, a pesar de todo…increíblemente viva.

…Y porque al fin y al cabo… ¿Cuántos días viven las mariposas?...

2 comentarios:

bastekcat dijo...

Gracias por ofrecerme un hueco para la expresión, por vuestra acogida y amables palabras.
Espero corresponder adecuadamente, que nuestro cuarteto se enriquezca de sonidos y silencios y que se sumen nuevos instrumentos.

(!!Que descubrimiento Fire,... Maravillosas historias). Noa,Boti mis queridos compañeros y confidentes, un fuerte abrazo.

boticcario dijo...

Sinceramente me abrumáis con vuestro verso y prosa. Os leo, y entiendo que jamás podré escribir un libro que pase la primera etapa censora de cualquier editor, por "cutre y patillero" que sea :-)

En serio, me parece fantástico. pero me habeis picado, ahora voy a destrozar el blog con una batallita del abuelo cebolleta.