sábado, 19 de enero de 2008

INSTRUCCIONES PARA LLEVARSE UNA CHICA A LA CAMA


El autor de estas instrucciones advierte que, solo puede escribirlas en el sentido anunciado, ya que, su condición de heterosexual furibundo, le imposibilita —por falta de práctica— escribir las normas para llevarse un chico a la cama. Es de rigor advertir que, el título de este trabajo induce a un error fatal de apreciación, ya que a las chicas no se las lleva a la cama, sino que van por decisión propia. Quién piense que por sus habilidades donjuanescas —solamente— va a convencer a una chica para llevársela a la cama, más vale que se dedique a cazar mariposas.
El primer movimiento, que debe efectuar el “llevador”, consiste en observar con detenimiento y atención a la presunta candidata, dentro del universo posible que ofrece este mundo traidor. Si advierte alguna sutileza de la parte contraria, como ser, caída de ojos, guiño, sonrisa cómplice, elevación de un hombro, caminar mirando el suelo y/o mirar de rabo de ojo a un costado, pararse en una vidriera o simplemente llamarlo, es señal que el varón debe iniciar la “llevada”. Se acercará a la presunta y será él quién inicie el diálogo/abordaje. De ninguna manera cabe esperar que sea la fémina quién diga las primeras palabras. El varón tendrá que tener presente que este momento es crucial para sus ambiciones, ya que la interesada, con apariencia de distraída, lo esperará con los oídos bien atentos, evaluara rápidamente su discurso y decidirá “in situ” si le lleva o no el apunte. Para no fracasar en el intento se recomienda no utilizar frases que contengan al sol, la luna y las estrellas. Tampoco las flores y/o lindezas por el estilo propias de nuestros abuelos. Más bien, deberá apelarse al humor y decirle, por ejemplo,— si está mirando una vidriera— “no compre aquí, que venden ropa usada”. Otro ejemplo es decirle: “¿no quieres un novio melenudo y sinvergüenza?”. También se recomienda…”¡qué ganas tengo de amar!” o telegráficamente…”experto en ternura se ofrece”. Si la presunta se sonríe y acepta el ofrecimiento, es señal de que la cosa arrancó bien. Lo que viene después es de una entidad tan amplia que resulta imposible glosarlo aquí, pero en apretada síntesis podríamos decir que los pasos son: charla inicial, pedido del teléfono, copas en un bar, salidas varias, aproximaciones peligrosas, besos robados, cierta pasión…. El varón no debe tensar la cuerda demasiado para solicitarle que lo acompañe a una cama, ¡nunca a un automóvil! Si lo hace, puede correr el riesgo de que su compañera, si es una sudaca, le diga “¡che viejo, cuándo me vas a llevar a la catrera!”. Eso estaría mal visto; debe ser el hombre quien formule la propuesta.

Corresponde aquí formular la pregunta crucial: ¿llevar una chica a la cama, para qué?
Pues lo decidirá ella, como se señaló al principio. A lo mejor, es para descansar o escuchar música solamente. ♂♀♂♀♂♀.

1 comentario:

Los Caballos de Troya dijo...

Interesante y ameno texto, me gusta.

Lo normal es que las chicas vayan a la cama con el chico para descansar. Sólo para dormir. Esto hay que tenerlo siempre en mente....