jueves, 14 de agosto de 2008

LA CABALA (CUARTA PARTE)

Quiero referirme en esta parte final de mi trabajo a uno de los mitos, a una de las leyendas mas curiosas de la Cábala, la del Golem . Sobre la leyenda del Golem ha habido bastantes variaciones, que constituyen per se, nuevas leyendas. Pero la idea general de la creación se mantiene en todas ellas. Dios toma un terrón de tierra (Adán quiere decir tierra roja en hebreo —Adamá es tierra y Adom es rojo), le insufla vida y crea a Adán, que para los cabalistas es el primer Golem . Ha sido creado por la palabra divina, por un soplo de vida.

En la Cábala se dice que el nombre de Dios es todo el Pentateuco, pero que las cuatro letras que forman el nombre de Dios están mezcladas. Por lo tanto, si del análisis matemático del libro sagrado, alguien alcanzare o llegare al nombre de Dios y supiera pronunciarlo, podría crear un mundo, incluido un Golem también, un hombre.

Se supone que si un rabino llega a descubrir el secreto nombre de Dios y lo pronuncia sobre una figura humana hecha de arcilla, ésta se anima y se llama Golem. Una variante de esta leyenda dice que se inscribe en la frente del Golem la palabra EMET (verdad, en hebreo). El Golem crece y hay un momento en que es tan alto que su creador no puede alcanzarlo. Entonces le pide que le ate los zapatos, el Golem se inclina y el rabino sopla y logra borrarle el aleph ( E ) o primera letra de EMET. Queda MET (muerte) y el Golem se transforma en polvo. Del polvo vienes y al polvo retornarás.

El célebre escritor y poeta argentino, Jorge Luis Borges ha escrito un poema de dieciocho versos sobre la Leyenda de Golem, que paso a reproducirlo.

EL GOLEM

Si (como el griego afirma en el Cratilo)
El nombre es arquetipo de la cosa
En las letras de rosa está la rosa
Y todo el Nilo en la palabra Nilo.

Y, hecho de consonantes y vocales,
Habrá un terrible Nombre, que la esencia
Cifre de Dios y que la Omnipotencia
Guarde en letras y sílabas cabales.

Adán y las estrellas lo supieron
En el Jardín. La herrumbre del pecado
(Dicen los cabalistas) lo ha borrado
Y las generaciones lo perdieron.

Los artificios y el candor del hombre
No tienen fin. Sabemos que hubo un día
En que el pueblo de Dios buscaba el Nombre
En las vigilias de la judería.

No a la manera de otras que una vaga
Sombra insinúan en la vaga historia,
Aún está verde y viva la memoria
De Judá León, que era rabino en Praga.

Sediento de saber lo que Dios sabe,
Judá León se dio a permutaciones
de letras y a complejas variaciones
Y al fin pronunció el Nombre que es la Clave

La Puerta, el Eco, el Huésped y el Palacio,
Sobre un muñeco que con torpes manos
labro, para enseñarle los arcanos
De las Letras, del Tiempo y del Espacio.

El simulacro alzó los soñolientos
Párpados y vio formas y colores
Que no entendió, perdidos los rumores
Y ensayó temerosos movimientos.

Gradualmente se vio (como nosotros)
Aprisionado en esta red sonora
De Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora,
Derecha, Izquierda, Yo, Tú, Aquellos, Otros.

(El Cabalista que ofició de numen
A la vasta criatura apodó Golem;
A estas verdades se refiere Scholem (1)
En un docto lugar de su volumen) (2)

El rabí le explicaba el Universo
"Esto es mi pie; esto el tuyo; esto la soga"
Y logró, al cabo de años, que el perverso
Barriera bien o mal la sinagoga.

Tal vez hubo un error en la grafía
O en la articulación del Sacro Nombre;
A pesar de tan alta hechicería,
No aprendió a hablar el aprendiz de hombre

Sus ojos, menos de hombre que de perro
Y harto menos de perro que de cosa,
Seguían al rabí por la dudosa
penumbra de las piezas del encierro.

Algo anormal y tosco hubo en el Golem,
Ya que a su paso el gato del rabino
Se escondía ( Ese gato no está en Scholem
Pero, a través del tiempo, lo adivino)

Elevando a su Dios manos filiales,
Las devociones de su Dios copiaba
O, estúpido y sonriente, se ahuecaba
En cóncavas zalemas orientales.

El rabí lo miraba con ternura
Y con algún horror. ¿Como, (se dijo)
Pude engendrar este penoso hijo
Y la inacción dejé, que es la cordura?

¿Porqué di en agregar a la infinita
Serie un símbolo más? ¿Por qué a la vana
Madeja que en lo eterno se devana,
Di otra causa, otro efecto y otra cuita?

En la hora de angustia y de luz vaga,
En su Golem los ojos detenía.
¿Quién nos dirá las cosas que sentía
Dios, al mirar a su rabino en Praga?


(1) Se refiere al escritor Geshom Scholem
(2) El libro se titula; El simbolismo de la Cábala

lunes, 4 de agosto de 2008

LA CABALA (PARTE TERCERA)

Los defensores de este sistema de interpretación de las Sagradas Escrituras consideran como exposiciones autorizadas de sus doctrinas solamente a dos libros: El libro de la creación y El Zohar.

El libro de la creación dice ser un monólogo del Patriarca Abraham, quien enumera los treinta y dos caminos de sabiduría por medio de los cuales Dios produjo el universo y habla de la relación que existen entre las cosas visibles y las letras que son los signos de las ideas.

El Zohar (luz, resplandor) ha sido considerado "La Biblia" de los cabalistas, está escrito en arameo —un idioma predecesor del hebreo— estando la porción principal del tratado dividida en cincuenta y dos lecciones semanales, de manera que puede ser leído en el curso de un año.

Me referiré solamente a un aspecto del contenido doctrinario del Zohar: los cuatro mundos. El primer mundo, el mundo primigenio, es el mundo de las emanaciones.
Considerado en si mismo, el Ser Supremo (En soph, sin final, infinito) es una idea. De ese Ser Primordial no podemos decir que existe, ni tampoco que piensa, ni tampoco que quiere. Solo podemos decir que de él surgen diez emanaciones, las sephirot. La idea del Ser eterno que siempre ha tenido esas diez emanaciones es de difícil comprensión, Esas diez emanaciones, emanan una de otra, y el texto nos dice que corresponden a los dedos de las manos. La primera emanacion se llama La Corona, de la corona surge otra emanación, de esta otra, luego otra hasta completar diez. Las diez emanaciones forman un hombre que se llama el Adam Kadmon, el hombre Arquetipo. Ese hombre está en el cielo y nosotros somos su reflejo. El primer mundo es el mundo de la creación.

El Segundo, tercero y cuarto mundo; del primer mundo emana el Segundo, el mundo de la formación. De este emana el mundo material, que es el mundo en el que nosotros vivimos, y a su vez de este emana el cuarto mundo, que es el mundo infernal. Todos estos mundos estan incluídos en el Adam Kadmon. Lo expuesto parece una pieza de museo de la historia de la filosofía, pero puede ayudarnos a pensar y tratar de comprender el Universo.

El mecanismo de las diez Sephirot y los cuatro mundos que van creando esas diez emanaciones, a medida que se van alejando de En soph, de lo ilimitado, de lo oculto, van perdiendo fuerza, hasta llegar a la emanación que crea este mundo, en el que estamos nosotros y que fué creado por el Dios que se llama Jehová. Se trata de un Dios devaluado, en el que la divinidad primigenia se ha ido disminuyendo, y que ha construído este mundo falible, lleno de horror, de pecados, de sentimientos de culpa, lleno de crímenes.

Sí: este mundo es la obra de una Divinidad deficiente, de un Dios que no es el Dios y que lo ha amasado con un material adverso. No es la obra de un Dios todopoderoso y justo, pero depende de nosotros. Tal es la principal enseñanza que nos deja la Cábala, mas alla de ser una curiosidad que no puede ser demostrada científicamente.

sábado, 26 de julio de 2008

LA CABALA (Parte segunda)

Hay teólogos luteranos que no se avienen a englobar las Escrituras entre las cosas creadas por Dios y las definen como una encarnación del Espíritu Santo. Es imposible definir el Espíritu Santo separado de la sociedad de la que forma parte, la Trinidad Cristiana: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Los católicos laicos la consideran un cuerpo colegiado infinitamente correcto y también aburrido, los liberales un vano guardián ideológico, una superstición que los muchos adelantos de la humanidad ya se encargarán de abolir. La Trinidad excede estas fórmulas . Imaginada de golpe parece un caso de deformación intelectual que solo el horror de una pesadilla pudo parir. Desligada del concepto de Redención, la distinción de las tres personas en una tiende a aparecer arbitraria.

Renunciar a la Santísima Trinidad es hacer de Jesús un delegado ocasional del Señor, un incidente de la historia, no el auditor continuo e imperecedero de nuestra devoción.
Si el Hijo no es también el Padre, la redención no es obra directa divina. Si no es eterno, tampoco lo será el sacrificio de haberse rebajado a ser hombre y haber muerto en la cruz. Así puede justificarse el Dogma, no obstante que los conceptos de generación del Hijo por el Padre, y del Espíritu Santo por los dos, son meras metáforas.

La teología, empeñada en diferenciarlas, sostiene que no hay motivo de confusión, porque el resultado de una generación es el Hijo, y de una segunda el Espíritu Santo. Los Doctores de la Iglesia sostienen que este, es la intimidad de Dios con nosotros, conclusión que podemos rechazar o venerar, pero nunca discutir. Y la tercera persona de esta enredada Trinidad es el reconocido autor de Las Sagradas Escrituras.

Si la Sagrada Escritura no es una escritura producida por una inteligencia infinita, ¿en que se diferencia del resto de las escrituras humanas? Tomemos el caso de un texto corriente —vgr. las menciones efímeras del periodismo— toleran una cantidad enorme de azar, comunican un hecho, suministran informaciones. Los párrafos de esa escritura son necesariamente casuales, pero si Dios dicta palabra por palabra lo que se propone decir (San Agustín), hace que la Escritura sea un texto absoluto donde el azar es cero.

Concebir de esta manera ese documento es un prodigio superior a cuantos consignan sus páginas, un libro impenetrable a la contingencia, un mecanismo de infinitos propósitos, de revelaciones infalibles. ¿Cómo no interrogarlo hasta lo absurdo? Es lo que han hecho los cabalistas, han preferido reducirlo a una expresión numérica, y más de uno enloquecer en el intento de interpretar esos resultados matemáticos. Burlarse de esas operaciones es fácil, pero tratar de entenderlas puede ser fatal.

martes, 22 de julio de 2008

LA CABALA


Las diversas y contradictorias teorías que llevan el nombre de la Cábala proceden de un concepto totalmente ajeno a nuestra mente occidental —por lo menos a la mía— el del Libro Sagrado. Nosotros tenemos un concepto análogo: el del Libro Clásico. Sin embargo en este caso, análogo no significa igual, sino parecido.

Un libro clásico es un libro eminente en su genero; como por ejemplo El Quijote, La Divina Comedia, el Fausto; son libros clásicos. Los griegos consideraban a la Ilíada y la Odisea libros clísicos, pero a nadie se le ocurrió decir que fuesen perfectos, palabra por palabra.

La Ilíada era un libro eminente: se lo tenía como el ápice de la poesía, pero no se creía que cada palabra fuera inevitablemente admirable, letra por letra: se lo veía como cambiable y se lo estudiaba y estudia históricamente situandoselo dentro de un contexto.

En el mundo musulmán, para los Ulemas,— los doctores de la ley musulmana,— el Coran no es un libro como los demás. Es un libro (increíble pero cierto) anterior a la lengua árabe: no se lo puede estudiar ni histórica ni filológicamente pues es anterior a los árabes, anterior a la lengua en que esta escrito e incluso anterior al universo. Ni siquiera se admite que el Coran sea obra de Dios: es algo más intimo y misterioso.

Para los musulmanes ortodoxos el Coran es un atributo de Dios, como su ira, su misericordia y su justicia. En el mismo Coran se habla de un libro misterioso, la madre del libro, que es el arquetipo celestial del Coran, que está en el cielo y que veneran los ángeles.

El concepto de libro sagrado es del todo distinto a la noción de libro clásico. En un libro sagrado son sagradas no solo sus palabras, sino las letras con que fueron escritas. Este concepto lo aplicaron los cabalistas al estudio de la Escritura. La idea es esta: el Pentateuco, la Torá es un Libro Sagrado. Una inteligencia infinita ha condescendido a la tarea humana de redactor un libro, ha sido el Espíritu Santo quién ha condescendido a la literatura, lo cual es tal increíble como suponer que Dios condescendió a ser hombre. Pero aquí ha habido una condescendencia mas íntima: el Espíritu Santo condescendió a la literatura y escribió un libro en el que nada puede ser casual, como sí; hay algo casual en toda literatura humana.

Si un cervantista dijera que: el Quijote empieza con dos palabras monosilábicas terminadas en n (en y un), y sigue con una de cinco letras (lugar), con dos de dos letras (de la), con una de seis (Mancha) y luego se le ocurriera derivar conclusiones de eso, inmediatamente se pensaría que está loco.Sin embargo la Biblia ha sido estudiada de ese modo. (Sacad vuestras conclusiones sobre los estudiosos de la Biblia que se guiaron por ese método)

Incluso hay algo que debe haber influido el la Cábala: Las palabras. Fueron el instrumento de la obra de Dios, quién creó al mundo mediante palabras. Dios dice que sea la luz: (fíat lux) y la luz fue. De allí se llegó a la conclusión de que el mundo fue creado por la palabra luz, o por la entonación que Dios dio a la palabra luz. Si hubiera dicho otra palabra y con otra entonación, el resultado no habría sido la luz, sino otra cosa.

Y así llegamos al conflicto con nuestra mente occidental. Cuando pensamos en las palabras entendemos que en un principio fueron sonidos, que luego llegaron a ser letras. En cambio los Cabalistas y Ulemas suponen que las letras son anteriores y que fueron un instrumento de Dios. Es como si se pensara, —contra toda experiencia— que la escritura fue anterior a la dicción de las palabras.

La Cábala significa recepción, tradición. Se toman las palabras del Texto sagrado, se inventan equivalencias entre las letras diversas y también se inventan leyes para leerla. Se trata a La Tora como si fuera una escritura cifrada, criptografica. Por ejemplo: se puede tomar cada letra y ver que esa letra es inicial de otra palabra la que se lee a continuación, luego otra y así sucesivamente. El resultado es una frase que necesariamente debe tener un significado, porque es obra de Dios.

También pueden formarse dos alfabetos; uno de la a a la l, y otro de la m a la z o su equivalente en letras hebreas y se consideran que las letras del primer alfabeto son equivalentes a las del Segundo. También puede leerse el texto; una parte de derecha a izquierda, otra de izquierda a derecha, a continuación de derecha a izquierda, y así sucesivamente. También aquí resultaran frases, que por ser obra de Dios, deben significar algo.

Otra alternativa—de las infinitas que existen— es atribuir a las letras un valor numérico, se forma con ello una criptografia que puede ser descifrada y los resultados deben significar algo, ya que fueron previstos por la inteligencia de Dios, que como sabemos es infinita. Y ese algo es la Doctrina, que si resulta poco clara, dará origen a la aclaración de los Exegetas.

De un texto redactado por una inteligencia infinita, por el Espíritu Santo, no puede haber una grieta, todo tiene que ser fatal. De esa fatalidad los Cabalistas dedujeron su sistema, y los Ulemas la célebre expresión: Estaba escrito.

lunes, 30 de junio de 2008

El 29 de Junio



El 29 de junio de 2008 es una fecha que entrará en la historia de España, impulsada por el triunfo de su Selección de fútbol. Pero, ese triunfo tiene infinidad de lecturas, y mi lectura particular es esta: Ha quedado demostrada la unidad del pueblo español, mejor dicho la unidad de la Nación Española.
Solo había dos posibilidades— para la mayoría silenciosa— de manifestar su repudio ante los intentos de partición del estado español: una, el fútbol y dos, una guerra con un enemigo externo.
Afortunadamente para la querida España solo se presentó el primer supuesto y la respuesta popular se expresó rotundamente. A la hora señalada, la mayoría del pueblo saltó como un resorte y se largó a la calle, —el mejor Parlamento que tiene España,—para expresar sus emociones.
Y una minoría, muy minoría, quedó aplastada ante el mar mayoritario. No tardarán sus agentes en minimizar la hazaña del deporte; que es solo el fútbol, que la verdadera España está en otro lado: ¿Dónde? , y toda clase de lindezas por el estilo. Pero a no engañarse, la demostración de anoche es un verdadero anatema para la política separatista y para la política en general, que al decir de Milan Kundera es, ¨la espuma sucia de un río, cuya verdadera vida discurre en las profundidades¨.

lunes, 9 de junio de 2008

No partas ahora. Soñando el regreso.

Continuación del artículo de Alejandro Modarellei, publicado en Pagina 12, de Buenos Aires.



El paquete. Así llaman las celadoras a las presas de la cárcel de mujeres de Ezeiza, como si una vez que hubieran bajado a ese mundo dejasen en la puerta el sujeto que son. Como si adentro, sobre un suelo nuevo donde la vida no sabe todavía por donde fluir para defenderse, perdieran con la libertad, su condición de humanas, para convertirse entonces en un lastre que patear. La instituciónn penitenciaria no se siente interpelada por esos rostros que, al perder identidad, se borran. A causa de esa borradura y, cuando el sentido etico queda en suspenso, los que se atribuyen el poder sienten la tentacion de ejercer entonces la crueldad.


La mujer que delinque, y se trata de una catequesis histórica, traiciona lo que se supone la función reparadora de la feminidad. En lugar de dar parición y amparo, usurpa el ejercicio de la violencia y hasta mata; en lugar de ofrecer la salud nutricia de su pecho, transporta droga y de la dura; en vez de despojarse hasta de sus riñones, se apropia por la fuerza de lo ajeno. Un alarde de virtud criminal, alarde de falo, que por tradición no le corresponde. Y que explicaría, en parte, que las mujeres representen solo el 10% del total de la poblacion penitenciaria.



En el reparto de la actividad delictiva, a la mayoria de las reclusas les toco el papel menor: el de mulas, o el chiquitaje de la venta de droga. Entre ellas, hay un número alto de extranjeras de una clase social media, raro en las carceles de hombres, que cayeron en desgracia en aeropuertos o en barcos antes de ver cumplida la promesa del oro. La imagen mediática de mujeres en el ambiente carcelario inquieta al televidente mas que si se tratara de varones. Esa extrañeza, ¿ no se asemeja en algo a la angustia del chico que espía a traves del ojo de la cerradura, y constata que mamá tambien goza? Si es así, dirán las instituciones, habrá que disciplinar a esa madre impura, tarea que quedara a cargo del Servicio Penitenciario a traves de la apoteosis del croche o la bienaventuranza de las manualidades.


Pero la suspensión de la vida individual entre las convictas tiene, no obstante, sus fisuras: redes afectivas que ayudan a sustraerse a la opresión de ese confinamiento, y les devuelven el rostro humano. Marta Dillon, que viene estudiando desde 1998 las condiciones de vida de las reclusas —y publicó el año pasado su resultado en Corazones Cautivos — escribe que: a diferencia de los hombres que reproducen en el pabellon la violencia que el poder ejerce sobre ellos, "las mujeres —que no estan exentas de relaciones violentas— tienden a formar círculos que las amparan y resignifican el encierro... Las mujeres se buscan y se encuentran como madres e hijas, como parejas, como integrantes de una familia que establece lazos solidarios y practicas". Sin embargo, cierto orden masculino sigue presente bajo la forma de las presas chongos que distribuyen la mercancía que entra (droga), se hacen con la jefatura de cuerpos y corazones, e imponen jerarquias. En una teatralidad que busca despertar temor, respeto o admiración, se enredan a golpes con las carceleras, a veces por trivialidades.


"Pero al salir de la cárcel muchas de las pijudas no saben ya como moverse, ahí les caen encima las restricciones del genero. Pueden ser homicidas, ladronas, chongos, pero no son admitidas en el circulo masculino del delito grande. Y reinciden por motivos menores. Pasa que adentro muchas encuentran el reconocimiento social que en libertad pierden; la tumba es su habito, el que mejor manejan, y el regreso entonces es un destino ." Es Angela la que testimonia, una de esas ex convictas llegadas de la clase media, que cayó por inexperta en el aeropuerto de Ezeiza antes de embarcar droga a España. Rememora ahora a Alicia: "Me vio y me quiso en seguida como su mujer. Era andrógina, rapadita, muy chongo, una flacura tabla. Tenía varias causas encima, robo y asesinato. Muy pincheta y cocainomana, especialista en preparar pajarito, que es una mezcla de drogas. Yo era una especie de Susanita muy femme buscando el toro protector. Me enamore despues de haberme entregado por miedo, y con el amor vinieron los dramas cotidianos. Yo queria cuidarla de ella misma, pero no habia caso. Si la vida ajena le preocupaba poco, la suya menos. Creo que mi voluntad de ceder a sus arranques posesivos y sus agresiones me ayudaba a distraerme de la tragedia mayor que era la exclusion del mundo.

Salí antes que ella, por buena conducta, y desde afuera me dedique a trabajar por los derechos de las presas. Exigíamos la autorizacion para recibir visitas íntimas de otras mujeres. Me conecte con grupos de activistas Gittbi, y una iglesia de la comunidad, con la que organice una ceremonia de bendicion de pareja para Alicia y para mi. Ves, el Servicio Penitenciario autorizaba a Dios a bendecir nuestro amor pero no nuestro placer, porque jamas me permitieron, como visita, la intimidad fi'sica con Alicia".



Quise abrigarla, pero mas pudo la muerte


Alicia salio un año despues que Angela. Antes de la crisis del 2001. Se apiño en una de esas casas desvencijadas e inhabitables de la Boca, que el Estado destina a las liberadas sin techo. Las extranjeras en libertad condicional paraban en un hotelucho sobre la Avenida de Mayo. "Yo no podia tenerla en casa de mi viejo. Le conseguf un trabajito en la municipalidad pero no habia caso. No iba. Estaba cada vez mas violenta conmigo y el tema de la adicción se volvio inmanejable. Era imposible que le prestase atencion a la medicacion para el VIH, y se fue deteriorando hasta que pense: esta quiere volver a la tumba, y yo llego hasta acá, ahí no la acompaño mas.



Una noche salieron con otra piba a reventar una casa; el dueño las descubre y Alicia le pega un tiro, sin necesidad. Le dieron quince años más por reincidente. Mis visitas a la carcel ya no la calmaban, a veces ni siquiera me autorizaba a verla. Buena parte de esa epoca la paso internada en el (Hospital) Muñiz. Despues de un tiempo me aleje; yo habia conocido a otra chica y trataba de encontrar un espacio donde respirar, fuera del caldo de esa relación. Alicia murióa los pocos meses. Me entere tarde."


Angela da indicios sobre la precariedad de esa vida: "sabes, ella nacio en La Cava. (cárcel)

Los padres... imaginate". Como decir: su cuna, su tumba.

martes, 3 de junio de 2008

EL CIRCULO CERRADO


por Alejandro Modarelli


Artículo publicado por el diario Pagina 12 de Buenos Aires. Me he limitado a colocar, entre paréntesis, aclaraciones que hagan mas fácil su lectura en España.

Firebrand


Padre, hijo


Y un rezo tambien al espíritu santo. Año 1998. Mario piensa solo en su hijo todavía adolescente, cuerpo contra cuerpo, junto a él, en el celular de la Division Narcoticos que los lleva desde el Departamento Central de Policia a la carcel de Caseros (en la ciudad de Buenos Aires).

No cree en Dios —o se cagó siempre en Dios, da igual— pero ahora, lo nombra y le pide protección cuando ve venirse encima la prisión colosal. Es la primera vez que cae y es a lo grande y, para colmo, con el hijo. Ya había pasado en Paraguay por un reformatorio, eso sí, y conoce esos ambientes de clausura masculinos. Ante todo, el miedo ahora es por su pibe (hijo) que no le dirige la palabra ni le hablará mientras compartan el encierro. No le perdona al padre que se haya dejado perder por un pendejo (chaval) que, ademas de bello amante, era buchon de la yuta (confidente de la Policia).

Mario ama los cuerpos machos, de bajo fondo, tan duros e insociales como el propio cuerpo: ahí se abre dulcemente y la dureza se vuelve capullo. Los musculos se ablandan. Su deseo sexual no tiene límites de ideologia y un uniforme de agente penitenciario, que hoy lo hostiga, puede convertirse mañana en la piel que cubre a un amante ocasional.


El mundo que se describirá en esta crónica, sin ser el de Jean Genet, está alejado de los ideales eticos de solidaridad y dignidad de clase, que la cultura biempensante les reconoce a menudo a los desposeídos, para hacerlos así mas humanos ante sus ojos. Esa cultura de las virtudes le es indiferente a Mario. Abusado y abandonado desde muy niño, luego ladronzuelo y homosexual, inteligentísimo, Mario se ha puesto siempre fuera de toda ley, incluso de esa contracara de la ley social que es la lealtad entre los que la violan.

Ama, lo jura, a su hijo; o al amigo que no lo abandonó cuando cayó. Sobre todo a Ariel, a quien conoció en la carcel. No tiene rasgos de heroe ni de antiheroe. Y cuando narra los primeros tiempos de su reclusión evoca los muslos y las vergas de los guardiacarceles; dibuja miembros hiperbólicos en el aire, del tamaño de los que trazaría Tom de Finlandia.


"Me converti en cocinero de los de requisa (inspectores de la carcel), los tipos mas odiados de la tumba (carcel) que manosean y maltratan a las visitas (las mujeres) de los reclusos con los que tienen problemas, para poder tocarles asi lo mas sagrado. Yo les hacía masajes en una camilla de descanso y, cuando no habia nadie a la vista, me pedian la mamada. Fui mulo (sirviente) de ellos, y pasaba droga permitida a los pisos.

En la leonera, ese galpón donde te revisan para circular, a mí me hacian seguir de largo. Y cuando habia requisa en los pabellones, apenas sí revolvían mis cosas para disimular, delante de los otros presos, que si no me mataban. Pero como yo no era del tipo mariquita —y cuando fue necesario le paré el carro a algún pesado (delincuente famoso)— nadie me jodía ni me tomaba de gato(sirviente) para que le limpie. "

Es más, me querían porque era muy simpático, estaba todavía lindo, y muchos se calentaban conmigo. Jamas pedí refugiarme en el pabellón de los huecos, como llaman a los gays o travestis. Me decian Marita, pero de manera cariñosa. A veces me venían con quejas contra mi hijo, que andaba con los cachivaches de su edad, pibes barderos (falsos) que no sabían comportarse. Tuve que coger (follar) con muchos pesados, que no me gustaban, para que no se cargasen a mi pibe (hijo)"


Para la sociedad corriente, la de extramuros, las prácticas homosexuales en las carceles entran en la categoria de lo archisabido. No obstante, su profusa representacion imaginaria, sin que llegue a falsificar abiertamente la realidad, la exagera. "En cuanto a los hombres, no hay algo asi como un festín de sodomias consentidas, nos dice Mario. Ni se viola al recien llegado como si se tratase de un ritual iniciático, salvo que fuera "un violin", uno de esos que, al tomar por asalto a una mujer, hija, hermana o esposa del algun hombre, se apropian por contiguidad del honor viril(violan). Y que, para colmo, en el caso de ellos, está confinado y no puede defenderlas. Por otro lado, aquel que busque acceder a un efebo por la fuerza sera considerado un "arruina-guachos" y se expondrá al castigo o el desprecio de los otros.

Machismo pragmático. Las encamadas entre presos mayormente heterosexuales son clandestinas y de ser descubiertos los gozantes, aquel que estaba en posicion de pasivo seguramente pasará a ser objeto de placer de los bufarras (homosexuales activos), aunque tambien lo sea en secreto. Ese secreto ágil transitará de boca en boca, y será el vehículo para una vida homosexual subterranea que se esmera en no dar argumentos de ataque a los mataputos.

"El sexo con las visitas mujeres se da, dentro de lo que se llama el embrollo, que es una frazada atada con cables y broches. Creo que hubo un caso en que el Servicio Penitenciario permitio a una travesti para la visita íntima en otro penal. Hay que tener cuidado para no interrumpir o joder el garche (coito); en Caseros se cogia (follaba) ahí nomas, en un patio común, a unos pasos de donde estabas vos conversando con tu abuela. Pero la visita higiénica no era obstáculo para la homosexualidad. El dia después del polvo con la esposa, se me acercaban para pedirme franela", sigue Mario y su constatación nos lleva a la invectiva que Pier Paolo Pasolini lanza en 1974, en el contexto del debate público sobre la autorización de visitas íntimas en las carceles italianas. En La carcel y la fraternidad del amor homosexual, Pasolini se indigna con los argumentos aducidos entre "los especialistas" que celebraban que los reclusos pudieran coger con mujeres y no cayesen en practicas "anormales o contra natura". "Que hay de malo en que los reclusos tengan también relaciones homosexuales; que hay de malo en una relación homosexual?", se preguntaba. Una relacion así "deja a un hombre exactamente igual a como era. Como maximo le ha ayudado a expresar totalmente su 'natural' potencialidad sexual, porque no hay ningun hombre que no sea 'también' homosexual... y en el mejor de los casos habrá enriquecido su propio conocimiento de las personas de su mismo sexo". El permiso que el Estado italiano otorgaba al goce sexual de los presos con sus mujeres, originado para Pasolini en el pánico homofobico, quería aparecer publicamente como una medida de caracter progresista. Y se asemeja en algo al gesto de Perón cuando en el ocaso de su segundo mandato resolvió legalizar los prostíbulos, con el objetivo nada libertario de que los jovenes, por falta de acceso carnal recto, no se dejaran llevar por el canto de sirena con pene de las perversiones.

Poco tiempo despues de instalarse en Caseros, se destina a Mario a una celda compartida con Ariel. La noche en que se abre la puerta, el chico lo saluda en calzoncillos, despatarrado en su cucheta. Imagen de porno gay clasico. Después de un mínimo intercambio biografico, cuando las miradas se encienden y las meadas en el urinario de la celda pasan a ser de exposicion, las ganas de coger se vuelven un sobreentendido. La distancia entre el deseo libertino y el romance pasional, como instancia superior de ese deseo, es muy corta, y sobre todo cuando se esta en la tumba. "Me enamoré de Ariel como nunca antes de nadie. Habia caído como yo por un tema de drogas. Llevaba tatuado en el brazo un nombre de mujer mal escrito. A partir de esa relación que manteniamos en secreto, las cosas en la carcel fueron para mi menos tristes. Al principio el la iba de chongo (homosexual activo) yo tenía que jugarla de mujer. Despues se solto y fuí entonces el primero al que le dio el culo. Unas semanas después me bolearon a otro piso, siempre te iban cambiando, pero seguiamos encontrandonos a conversar y besarnos en rincones, como el lavadero. Nos hablábamos por los teléfonos de tarjeta que habáa en cada piso. Una tarde se acabo esa especie de felicidad, Ariel fue boleado a Rio Gallegos (extremo sur de Argentina) y mi hijo salió libre. Me quedé sin esos dos afectos, y cuando me llego a mi el turno del traslado a Devoto, empezaron los meses mas terribles de mi encierro, que duro tres años." (Villa Devoto, en la ciudad de Bs. Aires) .


Devoto era todavia peor para Mario. Pabellones largos, caóticos, patriarcas que no lo querian. La desconfianza por el recien llegado de Caseros, de quien se habia corrido la voz que habia sido mulo de los de requisa, dió el pie para la disputa. Una nadería, una tartera tomada sin permiso, puede conducir a la faca (cuchillo) y el apuñalamiento. Esos momentos aparentemente intrascendentes son los que construyen las tragedias en la carcel. Entre el sueño y la vigilia, sin que pudiera el reaccionar a tiempo, ni verles la cara a los atacantes, le hicieron la manta a Mario; lo golpearon y lo violaron: "Uno de ellos fue el que me contagió el HIV, estoy seguro. Me lo señalaron otros presos. Me enteré de que el tipo recibia la prescripcion, como les llaman a los medicamentos y la comida especial para portadores o enfermos".


Mario terminó su condena en Rio Negro (al sur de Argentina), en una colonia para reclusos que serán liberados pronto. Ahí debía probar que era capaz de reinsertarse en una sociedad en la que jamás había estado insertado. La vida de los que, como él, cumplían el test de adaptacion era tranquila, casi confortable y sus aventuras sexuales o amores fugaces incluyeron tambien a dos violadores, que por esos meses se sustraían de la condena mítica que los perseguia de carcel en carcel (ser violados por los presos comunes).


Un gran amor no se olvida ni se deja

La convivencia forzada entre hombres solos, en unas circunstancias muy adversas como son las de la carcel, intensifica el impulso de destrucción y el amor. Son lazos masculinos que se viven, también de ese modo, en la trinchera de guerra, donde el miedo y el sacrificio compartidos originan experiencias tormentosas o de entrega absoluta entre los camaradas. El abrazo de hermanos, fuera de foco, puede devenir sexual, y cuando la bronca enceguece, fratricida.


El bioeticista Leonardo Belderrain, hasta no hace mucho capellan de la Unidad 32 (carcel) Capilla Santa Elena, escribe en el sitio de redes cristianas que "algunas relaciones homosexuales, sin ser el film Filadelfia, son una clara expresi6n de entrega y amor incondicional, sobre todo cuando son vividas desde el sufrimiento de la carcel... Muchos jefes de unidad autorizan en forma clandestina la visitas íntimas de personas homosexuales. Y saben que esto disminuye el sexo ocasional, adicción tan presente en las carceles". La celebración que hace un cura (de base) de una vida homosexual carcelaria, por mas que este inspirada en la busqueda de un bien superior, como es el autodominio y una cierta paz entre los presos, no puede mas que llamar la atencion en epoca de Benedicto XVI.

"Estas lejos de la familia, amenazado siempre por lo que te rodea, y de pronto te llega Ariel. La amistad que se genera entonces no es parecida a ninguna otra y tampoco le encontrás el nombre exacto. Yo soy puto, pero Ariel no. Ariel esta casado. Tiene hijos, como yo. Pero el jamás se reconoceria gay. En eso hay algo de los protagonistas de Plata quemada, ¿te acordas?" Mario cuenta que pasado un año de su libertad, de yire(buscando pareja) por el barrio de Once, se cruzó con uno del ambiente dealer que veía cada tanto a Ariel, y le paso un telefono donde encontrarlo: "Volver a verlo fue como si un muerto que quisiste como loco bajara ahí mismo del cielo. ¡Ay Dios,! lo que fue el rencuentro. No nos volvimos a separar, aunque ahora las escapadas son pocas, porque la esposa se dio cuenta en seguida del asunto y me odió. Un día nos siguió hasta la boca del subte (metro) y me reputeo. Igual, seguimos siendo amantes, como en la carcel. Mirá esta foto": Mario me muestra la foto de Ariel (del culo desnudo de Ariel guardada en su celular). Ese culo, que se eleva como eucaristía por encima de la conversación, conmueve tanto como la presencia del hijo de Mario, que oye el relato en silencio y de pronto dice —como un padre bueno— "yo a este siempre termino por perdonarlo"

Continuará con las experiencias femeninas en las carceles..

sábado, 31 de mayo de 2008

MI ÁNGEL PARTICULAR

Estoy segura de tener un ángel de la guarda velándome en las noches. Se sienta al borde de mi cama, en el espacio vacío e infinitamente pequeño que hay entre mi almohada y yo. Me susurra al oído cada uno de mis sueños, y me envuelve con sus alas…cálido abrazo justo antes del amanecer. Puedo sentir su aroma al despertarme, en ese momento en que el sueño y la vigilia se enredan y todo parece más suave y placentero. La mañana lo despierta también a él, que se despereza y me besa…millones de besos repartidos por mi piel.
Mientras me levanto se posa tras de mi y apoya su frente en el hueco olvidado entre mi cuello y mi hombro. En ese momento me transmite su pensamiento y su fuerza… y salto de la cama para comenzar un nuevo día.

Debo tener un ángel a mi lado, estoy segura… Que dibuja de colores mis mañanas, desde el rojo hasta el gris, que también es color.
Se sienta a mi lado para tomar el café y lo veo aspirar el vaho que sale de la taza con una mueca y un suspiro. Me río al verlo hacer ese gesto y le atuso un poco el flequillo. Entonces, se vuelve hacia mí y me dicta mil proyectos e ideas para el resto de la jornada… Para, para, jajaja, le digo…demasiado para un solo día… Todo buenas intenciones, algunas de las cuales van a esa papelera en la que he guardado desde siempre las sobras de mi vida…para cuando el cielo me regale el don de la ubicuidad.

Estoy segura de tener un ángel a mi lado…cuando me filtro menuda entre el tráfico de la mañana. Miles de coches, algunos adormecidos, que se entrecruzan conmigo…Entonces, él se sitúa a mi alrededor y se hace grande y fuerte…sus alas me envuelven y sus manos parecen multiplicarse por todas partes, parando los golpes…Me causa risa su pose, como si de un portero de fútbol se tratase…y le ruego…no te despistes un segundo…el destino y el azar anda jugando por ahí, ebrios y medio locos.

Durante el día mi ángel me acompaña a todas partes, estoy segura…anda delante de mí, apartando los mueble y las sillas, que a veces me voy tragando con las prisas…Cuando me ve bajar la cabeza me pellizca en el trasero y mi sonrisa se despliega dando los buenos días. Confieso que hay gente que no comprende que pueda estar repartiendo parte de su alegría tan temprano…y alguna vez le he preguntado por los ángeles de otras personas…pero se niega a contestar,… ( quizás corporativismo).
Poco a poco mi energía vital va disminuyendo, pero él se las arregla para de vez en cuando soplar en mi cuello e insuflarme de nuevo aire…a veces le he dicho que me siento como un globo que poco a poco se desinfla, jajajja,… Y el con un gesto caballeroso me mira, inclina un poco la cabeza y parece decirme…para eso estoy yo aquí…

Pero cuando de verdad estoy segura de tener un ángel a mi lado es al llegar la noche…Repasamos uno a uno los momentos y tachamos de la lista los objetivos cumplidos…Ahora tiene el gesto serio del contable, que no quiere que se le pase nada por alto…A veces me regaña, “eso no ha estado bien”…Otras me advierte, “ten cuidado con…”…También me da la enhorabuena, ”Has estado fantástica”…O simplemente me aconseja, ”Mañana deberías…”.
Después se recuesta entre mi almohada y yo…en el hueco mínimo y vacío que dejan entre sí los átomos…Y me acuna como a una niña. Besa mis párpados al cerrarse e impide que una sola lágrima escape…Ahora inspira el aire a mi alrededor y elimina la soledad y el desasosiego. Me canta en la oscuridad una nana de sonidos acompasados…Y se mete en mis sueños como protagonista envidioso y posesivo, para que yo no desee otro ángel a mi lado…

Y así, cada día al despertar, busco su rostro, su voz en los murmullos, su olor indescriptible,…y aunque pasen los días, los años y el tiempo deje huella en mi piel…Desde pequeña yo estoy segura de que está junto a mí.

Tengo un ángel a mi lado…y aunque no lo sepas…quizás seas tú.

sábado, 24 de mayo de 2008

RETRATOS EN LA PARED

Hoy hace un sol espléndido... pasó la larga noche de tormenta.
Temí que los rayos y la lluvia incesante inundara mi patio y alcanzara mis aposentos... pero cerré a tiempo mis ventanas y la lluvia solo me salpicó.
Hoy con la primera luz de la mañana me precipité de la cama y evalué los daños... nada importante...solo algunos desconchones en la pared.
Subo las escaleras contemplando los retratos salpicados de telarañas y motas de polvo que parecen hoy revelarse, como queriendo llamar la atención a unos ojos que las ignoraron.

Me detengo ante uno de ellos y el tiempo se paraliza...
.- Saludo con una sonrisa y un beso: “Hola Azul" ...y ella, mi fantasma particular, me devuelve el gesto. “Hacía tiempo que no hablaba contigo... como te va?”.
.- “Tan bien como te vaya a ti”, me responde.
El resto de mis retratos miran de perfil envidiando la atención... Más tarde estaré con vosotros...
.- “Veo que el día nos ha traído un poco de alegría... ¿no es así?”.
.- “Sí y ya sabes que tu alegría es la mía”, me dice ella.

Conocí a Azul en mi primera visita a la casa... Era una casa desvencijada, relegada al olvido, derruyéndose ante los avatares del tiempo. Pero ella estaba allí...
Sentí su tristeza, su soledad... y su color... desde entonces la llamo “Azul”.
.- “Quédate conmigo”, me pidió...”Devuélveme la alegría”...
Y desde entonces su vida es la mía.

La segunda vez que nos vimos le llevé un regalo... flores azules... una hermosa jacaranda que desde entonces nos ofrece cada año un par de ramos de flores azules, uno para ella, otro para mí.
.- “Gracias”, respondió...”Y ahora regálame tu risa, tu música, tus latidos... y deja que tu amarillo se funda con mi azul... “. “Serás feliz aquí”.
Y así fue desde entonces...

Aún no conozco su rostro, pero lo imagino, no hilo todos los detalles de su historia pero percibo su bondad.

Una vez una amiga me visitó... también ella la presintió y me desveló su misterio...
Nunca tuvo hijos y eso consumió su espíritu. Sus puertas estaban siempre abiertas a los niños de la calle, que aún recuerdan las meriendas que les preparaba...!deliciosos bocadillos de atún!...
Sus últimos años los pasó encerrada en su inmensa soledad...!Cuanta tristeza!.
La enfermedad hizo presa en ella y apenas podía andar. Recluida en su habitación contemplaba la llegada de la noche y esperaba ansiosa el nuevo amanecer... soñando con las risas y las palabras de amor, renovando cada día la esperanza para poder seguir viviendo, bordando pañales para los nietos que nunca tuvo...y allí se quedó eternamente...

Beso su retrato en mi pared, le quito las telarañas y acaricio su rostro difuminado...ahora me devuelve de nuevo su hermosa sonrisa....parece más joven.
.- “Lo he pasado mal viéndote llorar”, me dice. “Pero ahora percibo la llegada de un nuevo día”...y me devuelve el beso.
Nuestros colores se funden de nuevo...y de su azul y mi amarillo surge un verde luminoso...
“Hasta pronto amiga”.
Y continúo subiendo las escaleras. Mañana quizás me pararé ante otro de mis retratos, de mis recuerdos suspendidos en el tiempo...
Pero ahora voy a soñar.

viernes, 16 de mayo de 2008

El Baño (III)

Continuación de El baño (II)

A través de la ventana oía caer la lluvia del típico chaparrón estival. Le habían llevado allí después de sacarle de su involuntario encierro. Al principio se había sentido feliz y dichoso al ver la claridad después de tanto tiempo, sin embargo, apenas había golpeado la puerta haciendo notar su presencia en el servicio, notó que las cosas no eran del todo normales. En lugar de las esperadas voces de los chicos de almacén, la respuesta que recibió fue en un idioma de la Europa del Este. Las personas que se encontraban al otro lado de la puerta comenzaron a discutir entre ellos. Notó su nerviosismo ante la inesperada presencia que se habían encontrado en el cuarto. Finalmente, alguien con acento fuertemente eslavo se dirigió a él.

- “¿Quien está ahí?” – le preguntó.

Un sexto sentido aconsejó a Juanjo no desvelar a las primeras de cambio quien era. Había algo en aquella voz que le había resultado familiar, si bien no podía saber que le había llamado la atención. “Sí. Hola. Llevo encerrado en el baño desde el viernes por la tarde”- respondió -. “¿Ya es lunes?”

- “¿Eh? ... Sí, sí ... Lunes” – la voz mentía. Pudo percibirlo en la duda que se intercaló entre las palabras.

Oyó como desde fuera manipulaban el picaporte y mientras pensaba que hacer escuchó el inconfundible clic del interruptor y la luz volvió a iluminar la estancia.

La repentina claridad, abrasó sus ojos como si de una espada de fuego se tratase. El dolor le hizo trastabillarse y caer hacia atrás, quedando sentado en la taza del retrete, mientras, con sus manos, trataba de protegerse. En ese momento, la puerta se abrió, y una sombra se inclinó sobre él, asiéndolo de la pechera de la camisa y sacándolo fuera de la que había sido su prisión.

Le condujeron semiciego a un despacho que, por su disposición, reconoció como el suyo, antes de tener que volver a cerrar los parpados para resguardarse de la agresiva claridad y le sentaron en su sillón. Alguien preguntó algo y unos segundos después escuchó el sonido que producen los papeles al volar y el de un objeto que caía al suelo. Un momento más tarde, pese a sus protestas y de malos modos, pasaron sus manos por el respaldo del sillón y las ataron con algún tipo de cable. Asustado, escuchó como alguien corría la silla de invitados del despacho y se colocaba frente a él.

- “Abra ojos señor Sultan. No tenga miedo de mirarme” – era aquella voz conocida la que le hablaba. Sin embargo su tono no era para nada tranquilizador.

- “No puedo” – respondió incomodo-. “La luz. Me duelen mucho los ojos.”

Llevo encerrado en ese servicio sin luz desde el viernes. Aquí hay mucha luz y mis ojos me están matando. Me duele muchísimo. Apáguenla, por favor

Volvió a oír pasos, y un momento después, la luz halógena de la estancia fue cambiada por una luz indirecta de una lámpara de mesa.

- “¿Como han podido abrir esa puerta?” – se atrevió a preguntar mientras trataba de ir abriendo los ojos lentamente

- “Bueno, Sultan. En realidad no fue difícil ¿Sabe?. Si hemos podido entrar en esta oficina con sus medidas de seguridad, puerta de un baño no es muy complicada de abrir ¿No cree?” – como la mayoría de los exyugoslavos que había oído en su vida, la mayoría deportistas de élite, el español utilizado era amplio en vocabulario, pero carente de artículos

Por primera vez Juanjo se percató de que su interlocutor le conocía. “¿Quién es usted?” –inquirió mientras intentaba centrar la vista en él.

La luz de la lámpara giró y le dio de lleno en los ojos, haciéndole gritar de dolor.

- “No intente reconocerme Sultan. Yo se quien es usted y basta.” – Las palabras surgieron amenazantes de la boca de su captor-. “No se que hacia en servicio ni porque estaba encerrado, pero a mi me viene muy bien. Estamos aquí para robar caja fuerte de oficina, y usted nos va a ayudar”.

- “Yo,... yo, no... no me sé la combinación” – tartamudeó-. “No puedo ayudarles”

La luz volvió a alejarse dándole un respiro.

- “No, no, no, no” – Contestó la figura -. “No es así como se juega Sultan. Veo que no ha entendido reglas de este juego. Estamos aquí nosotros y usted. Nosotros somos varios y vamos armados. Usted está solo, atado e indefenso. No se haga héroe, porque nadie va a venir a ayudar.”

Hago mi pregunta, y esta vez no quiero mentira por respuesta. ¿Cuál es combinación de caja fuerte?

Juanjo bajo la cabeza, y aún sin abrir del todo los ojos, contestó. “No lo sé. Yo no soy el responsa....”.- El grito ahogó el resto de la frase. El meñique de su mano derecha presentaba una gran corte producido por un individuo situado a su espalda y cuya presencia le había pasado inadvertida hasta ese momento.

Escucho una risotada proveniente del individuo que tenía enfrente. Y recordó porque le parecía tan familiar su voz. Se llamaba Alexander y hasta mediados de mes había estado trabajando en el almacén como carretillero. Él en persona se había encargado de su despido cuando en una discusión con un compañero le había roto la nariz y la mandíbula con el toro de la carretilla. Reconoció su risa cuando se presentó en su despacho profiriendo todo tipo de amenazas contra su persona. Como se reía cada vez que le prometía todo tipo de vejaciones en cuanto estuviesen a solas. Y, desgraciadamente, ese momento había llegado. Desanimado se dio cuenta de que no iba a salir de allí. Hiciese lo que hiciese, aquel tipo no iba a permitirle que atase cabos y terminase por denunciarle. Nunca había sido valiente, pero percatarse de la realidad de su situación y oir preguntar “¿Duele Sultan?¿Duele?” con tono de mofa, le ayudó a decidirse. Si tenía que morir, por lo menos que fuese algo rápido.

- “Sí que duele, hijo de puta” –farfulló entre dientes. Un golpe, está vez en la cara, fue la contestación a su insolencia

- “Esto puede ser muy largo Sultan. O muy corto. Usted decide. ¡Déme combinación!”

Juanjo recitó la clave para abrir la caja fuerte. Todos, menos el individuo que se hallaba a su retaguardia, abandonaron la estancia y se dirigieron a la habitación que hacia las veces que almacén de artículos de papelería y en el que se hallaba la caja de seguridad.

Miró por la ventana. Ya podía ver con los párpados a medio cerrar. El aguacero comenzaba a remitir. Los cristales mostraban gotas que resbalaban, algunas cansinas, otras veloces, por él.

Una lágrima rodó por su mejilla. Compungido miró su despacho. Encima de la mesa estaba la foto de sus hijos. La había hecho hacía tres años, en una de las últimas vacaciones en familia. Les echó de menos. Nunca sabrían que en sus últimos momentos se había arrepentido del poco tiempo pasado con ellos. No conocerían a su padre como era en realidad. Sería solo un fantasma en su memoria. Una sombra en el tiempo.

Los hombres volvieron y le desataron. Alexander no estaba entre ellos. “Síganos”, le ordenaron, aunque la orden era superflua en tanto en cuanto le llevaban a empujones.

Entraron de nuevo en el baño. Alexander le esperaba con una desagradabe y macabra sonrisa en el rostro.

- “Señor Sultan, ¿Ya me ha reconocido, verdad? Dije que volvería a verme. He cumplido mi palabra. Su peor pesadilla ha regresado”

De un empujón le metieron de espaldas en el servicio del que le habían sacado un rato antes y le sentaron en la taza del water, enfrentándose a ellos. Vio como su antiguo empleado levantaba un revolver y le apuntaba.

La oscuridad regresó.

Epílogo

Javier Mencia salió con prisa de su despacho y se dirigió a los lavabos. Llevaba toda la mañana con ruidos intestinales que presagiaban una mala digestión y sus peores augurios parecían haberse hecho realidad. Atravesó la antesala, y llegó al servicio de caballeros. Intentó entrar en el primero que vio sin recordar que ya había intentado acceder a él tres veces en la última semana sin que pudiese abrir la puerta. Se dirigió al vecino hallándolo también cerrado, pero con una persona dentro que gritó “¡Ocupado!”. Ocurrió lo mismo en la tercera puerta, y solo cuando giró el pomo de la cuarta pudo respirar aliviado.

Al salir buscó a Mercedes, la persona del servicio de limpiezas que se ocupaba de los urinarios. Llevaba tan solo quince días en la oficina y eran poco los nombres que recordaba, pero el de Mercedes era uno de ellos. La encontró saliendo del despacho del antiguo Director Financiero.

- “Mercedes” – la llamó.

La interpelada dio un respingo. “¡Ay, por Dios! No me de esos sustos, por favor!”

- “Perdona si te he asustado”. – se disculpó.

- “Es que salir de este despacho me da muy mal yuyo ¿Sabe usted? Pienso en donde estará el señor Sultán y salgo aprensiva del todo”

Javier sabía a lo que se refería. Pese al poco tiempo transcurrido desde su incorporación, sus compañeros se habían encargado de contarle la misteriosa desaparición de Juan Jose Sultán a finales de junio y de los dos millones de euros para pagos a proveedores que había en la caja fuerte. No se había vuelto a saber nada de él, y tan solo una salpicadura de sangre coagulada en el anverso del respaldo de su sillón y un pequeño charco de sangre en la moqueta atestiguaban que algo raro podía haber pasado en aquel despacho.

- “No se preocupe” – dijo a la limpiadora -. “Solo quería saber si hay algún motivo para que la primera puerta del baño este siempre cerrada. ¿Esta averiado o algo así?”

La mujer le miró sin importancia. “¡Que va!” – exclamó-. “Se queda atascada así algunas veces. No se preocupé que esta tarde me paso a abrirla”

Javier se despidió de ella, y regresó a su rutina habitual. Media hora más tarde volvió el retortijón y con él una nueva visita al baño. Sin embargo esta vez iba preparado.En el bolsillo de su camisa llevaba un clip con el que forzar el picaporte rebelde.

Tras terminar con su tarea prioritaria se acercó a la puerta del servicio, e introduciendo el clip estirado a través del agujero del llavín, presionó la cerradura y con un clic abrió la puerta.

La fotocélula general se desactivo y la estancia volvió a quedar oscuras sobresaltando a su único ocupante. Javier se acercó a la puerta de acceso al área de servicios y con él se reactivo la luz.

El servicio que había estado inutilizado estaba igual que los demás. Javier le echó un breve vistazo y fue a lavarse las manos. No llegó a percatarse de que uno de las planchas del falso techo se hallaba ligeramente separada de la pared del servicio. A través de la rendija que dejaba, un ligero halo de luz iluminó el espacio muerto destinado a cañerías y cableados. Aquella luz alumbró tenuemente el cuerpo momificado que se ocultaba tras los azulejos, pero esta vez, sus ojos abiertos de par en par no se sintieron lastimados. Su mirada, congelada en el tiempo, se perdió una vez más en el infinito.

martes, 13 de mayo de 2008

Tejiendo palabras

Como está cambiando el mundo queridos amigos. Pensé que la era tecnológica no me afectaría, que solo era cosa de chiquillos enganchados a la play. Pero me equivoqué.


Ando rondando últimamente los inframundos de internet, hilando la hebra con cientos de solitarios nocturnos que caminan sin rumbo en busca de la felicidad.


Anónimos que expresan en una sola lengua múltiples situaciones con un mismo fondo común. Seres sin rostro ni edad.

Don Juan en los infiernos suplicando el perdón de una Ines utrajada. Eros desconsolado buscando a Psique que pena en los avernos su traición. Diana acorazada castigando el atrevimiento de un Orión enamorado. Hércules agotado por los años de múltiples trabajos. Penelope tejiendo palabras a la espera de su Ulises. Pandora tentadora conteniendo en su ánfora todos los males del planeta. Sátiros y faunos lascivos y voluptuosos. Y miles de modernos Robinsones, hombres y mujeres esperando la llegada de un barco.

Casados y casadas infelices, solteros y solteras cansados de hoteles a medianoche, hombres y mujeres a los que la naturaleza no dotó con el don de la belleza exterior, desterrados del hogar que vagan sin rumbo, divorciados y divorciadas que perdieron la estabilidad, almas moribudas que rondan las esquinas...Personas que expresan en una pantalla lo que en público jamás desvelarían, locos, bohemios, soñadores, parias sociales.... También depravados, inconscientes, lobos, miserables que perdieron por el camino su propia humanidad...


Desgranando en la noche uno a uno los sentimientos, para compartir en unas pocas líneas sin continuidad el hambre de compañía...Retazos de corazones en la sala de espera de alguna estación, esperando el primer tren.


Nos saludamos desde lejos y unas pocas palabras bastan para reconocernos y clasificarnos en grupos estables, para poco a poco enlazar nuestras vidas hasta sentirnos entre amigos.


Cuantos... ellos y ellas, tejiendo mentiras. Cuantos libros por escribir, cuantos caminos por trazar, cuantos sueños por cumplir,...resumidos en una sola palabra...Soledad.

viernes, 9 de mayo de 2008

ACERCA DE LAS SECTAS

1 - Introducción

Un buen punto de partida para abordar el fenómeno de las sectas, es posicionarnos a fines del siglo XIX y principios del XX. En aquella epoca soplaban los vientos fuertes del Positivismo y las sectas religiosas eran consideradas como subproductos de la ignorancia y la superstición, y en consecuencia, despreciadas. Y no solo las sectas, tambien las religiones históricas —"opio de los pueblos"—pronto iban a ser sustituídas por la consagración de la ciencia en todo el orbe. Esta era vista como una etapa lógica superior del hombre que tenía la misión de instalar sobre la Tierra el bienestar del cuerpo y del espíritu.

Ahora, a principios del siglo XXI, ya no se piensa igual. Se reconoce que mucho de lo que se esperaba de la ciencia respondía a una ilusión y una ideología. No se duda de sus meritos, de su gloria y de su imparable avance, pero se la evalúa con mas objetividad, y sobre todo con mayor
prevención. Los secretos de la vida y de la mente no son elementales, ni fáciles de aprehender. La ciencia tiene muchísimo camino por recorrer y el hombre tardará un tiempo inmedible en solucionar las causas que le impiden ser bueno y felíz.

Este repliegue de la arrogancia científica ha tenido sus consecuencias negativas, ya que el reconocimiento de la falta de omnipotencia del saber científico, ha arrastrado muchedumbres hacia los expedientes de la magia y la superstición. En efecto, la ciencia no ha logrado resolver las angustias fundamentales del hombre y, sabe Dios, cuanto tiempo tardará en acercarse, —no digo llegar— a semejante meta. Las multitudes humanas siguen padeciendo falgelos colectivos, enfermedades e injusticias de todo tipo—sobre la materia y el espíritu, —y solo encuentran consuelo en el pensamiento religioso, desde hace milenios.La actual parafernalia tecnológica encandila, marea, distrae...pero no sosiega al alma.

Y en el inicio del tercer milenio las grandes religiones deberían llevar a cabo una tarea enorme sobre millones de seres humanos sufrientes. Les cabe un papel destacado en la prédica, defensa y consolidación de la ética. Sin ética —sin ley— no será posible la sobrevivencia humana.

2) - Las sectas

Suelen manifestarse como desprendimientos de las grandes religiones, surgen como organizaciones rebeldes, competitivas y heroicas. Aunque aparentan similitudes con aquellas apuntan a direcciones distintas. En las grandes religiones existen redes que ligan a miembros y líderes en torno a principios largamente afirmados, que garantizan la responsabilidad, control y un catecismo previsible.

En las sectas predomina la subjetividad, el capricho y la tiranía del jefe terrenal. ¿Porque los hombres abandonan una religión determinada y se sumergen en el extasis de una secta? Lo hacen para salvarse de la pesadilla que los ahoga, se aferran al leño que los salvará del naufragio, se entregan a quien les asegura remedio inmediato. La religión que dejan no ejerce sobre ellos la misma seducción que una secta. Las grandes religiones institucionalizadas —no sus líneas fundamentalistas— suscriben el movimiento ecuménico y apoyan el derecho a la libertad de creencia; los movimientos seculares respetan y estiman las expresiones comunitarias. Ambos practican la valoración recíproca y exhiben una grandiosa conquista de la sensatez.


Pero la secta es otra cosa, equivale al uso y abuso por parte de sus dirigentes, de las emociones primordiales del hombre. Emociones que se activan con mecanismos de la regresión psíquica, en las que caen tambien los que dirigen. Aunque los matices de las sectas confunden, los rasgos compartidos son siempre los mismos: todas aprovechan la cuota de desesperación que exhibe un neófito y la disposición a la servidumbre espiritual que confiesa un adicto. Quienes se introducen en ellas están abrumados por angustias persecutorias y dentro de la secta buscan y obtienen alivio. La sugestión que a traves de la palabra, los ritos y ciertas actitudes del lider, les garantizan que — por fin —han encontrado a un hombre que los comunicará con Dios, e incluso logrará que este derrame sobre ellos soluciones inmediatas y rotundas.

En el interior de la secta se genera la negación maníaca del mal, actúa un mecanismo disociativo mediante el cual se expulsa el mal hacia afuera. Se acepta que el líder es toda santidad, poder y pureza. Se obedecen sin crítica cada una de sus indicaciones, sumergiendose los adeptos en las aguas profundas de una entrega sin reservas. Primero se comienza con indicaciones inocentes, y luego se prepara el terreno para órdenes mas difíciles de cumplir. Los rituales de purificación van desde la oración hasta el delito penal, y ayudan a expiar las culpas profundas que agobian a los fieles. En muchos casos se llega al suicidio colectivo, como ocurrió en Guyana, en 1978, con 913 muertos, o en Waco (Texas) en 1993, con 86 muertos.

Las tecnicas compartidas por las sectas religiosas apuntan a la exacerbación de los mecanismos regresivos, sin ningún control sobre sus consecuencias. El caracter colectivo de las reuniones facilita la vuelta a un pasado emocional remoto. Las conquistas de la racionalidad se sepultan,—de a poco, —bajo las capas de emoción primaria. Esto se acompaña con el peso de una jefatura autocrática y rígida. El amor de esa jefatura idealizada exige en contrapartida el sometimiento extremo, y el sometimiento es mas fácil de expresar cuando mayor es la arbitrariedad y la sevicia que la jefatura impone. Entre el lider y sus seguidores se establece una relación equivalente a la de una pareja sadomasoquista. Y los resultados no acaban bien como lo demuestran tantos casos. Ese viaje al submundo del pasado primitivo tiene sobrados elementos para desembocar en tragedia.

miércoles, 30 de abril de 2008

LA BIBLIOTECA DE ALEJANDRIA

* Para María, de Madrid, divulgadora en la red del conocimiento científico.
* Para quienes siempre nos leen y nunca nos comentan.


Solo en un momento de la historia pasada hubo la promesa de una civilización científica brillante. Era la beneficiaria del despertar Jónico y tenía si ciudadela en la Biblioteca de Alejandría, donde hace 2.000 años las mejores mentes de la antigüedad establecieron las bases del estudio sistemático de la matemática, la física, la biología, la astronomía, la literatura, la geografía y la medicina.

Todavía estamos construyendo sobre esas bases. La Biblioteca fue construida y sostenida por los Tolomeos, los reyes griegos que heredaron la porción Egipcia del Imperio de Alejandro Magno. Desde la época de su creación, en el siglo III A.C. hasta su destrucción, —siete siglos mas tarde— fue el cerebro y el corazón del mundo antiguo.

Alejandría era la capital editorial de aquel mundo. No había entonces prensas de imprimir, los libros eran caros y cada uno se copiaba a mano. La Biblioteca era depositaria de las copias mas exactas de ellos. El arte de la edición crítica se invento allí. El Antiguo Testamento ha llegado hasta nosotros principalmente a través de las copias griegas hechas en la Biblioteca de Alejandría.

Los Tolomeos dedicaron gran parte de su enorme riqueza a la adquisición de todos los libros griegos y a las obras de Africa, Persia, India, Israel y otras partes del mundo. Estos reyes no se limitaron a recoger el conocimiento existente, sino que animaron y financiaron la investigación científica, y de este modo generaron nuevos conocimientos.

Los resultados fueron asombrosos. Eratóstenes calculó con precisión el tamaño de la tierra. Hiparco anticipó que las estrellas nacen, se desplazan lentamente y al final mueren. Euclides creó un texto de geometría del cual la humanidad aprendió durante 23 siglos. Galeno escribió obras básicas sobre el arte de curar y la anatomía, que dominaron la medicina hasta el Renacimiento. Herón de Alejandría inventó cajas de engranajes y aparatos de vapor y escribió Autómata, la primera obra sobre robots.
Arquímedes, el mayor genio mecánico hasta Leonardo, nos dejó sus enseñanzas y el astrónomo y geógrafo Tolomeo, que compiló gran parte de lo que hoy es la Astrología.


Alejandría era la mayor ciudad que el mundo occidental había visto jamás. Gentes de todas las naciones llegaban allí para vivir, comerciar, aprender. Fue evidente que allí estuvieron las semillas del mundo moderno. ¿Qué impidió que arraigaran y florecieran? ¿A que se debe que Occidente se adormeciera durante mil años de tinieblas hasta que Colón, Copernico y sus contemporáneos redescubrieran la obra hecha en Alejandría?

No es posible dar una respuesta sencilla, pero es sabido que no hay noticia en toda la historia de la Biblioteca que alguno de sus ilustres científicos y estudiosos desafiara seriamente los supuestos políticos, económicos y religiosos de la sociedad. Se puso en duda la permanencia de las estrellas, pero no la “justicia” de la esclavitud.

La ciencia y la cultura en general, estaban reservadas para unos cuantos privilegiados. La vasta población de la ciudad no tuvo la menor idea de los grandes descubrimientos que ocurrieron dentro de la Biblioteca. La investigación les benefició poco. Los científicos nunca captaron el potencial de las máquinas para liberar a la gente. Los grandes logros intelectuales tuvieron pocas aplicaciones prácticas y la ciencia no fascinó nunca la imaginación de la multitud.

No hubo el necesario contrapeso al estancamiento, el pesimismo y la entrega mas abyecta al misticismo. Cuando al final de todo la chusma se presentó a quemar la Biblioteca, no hubo nadie capaz de detenerla.

Cherchez la femme

El último científico que trabajó en la Biblioteca fue una mujer llamada Hipatia. La Alejandría de su época —bajo el dominio romano desde hacía tiempo— era una ciudad que sufría graves tensiones sociales. La esclavitud había agotado la vitalidad de la civilización clásica. La creciente Iglesia Cristiana estaba consolidando su poder e intentando extirpar la influencia y la cultura paganas. Hipatia estaba en el epicentro de esas poderosas fuerzas sociales.

Cirilo, el Arzobispo de Alejandría la despreciaba, — porque era un símbolo de cultura y ciencia,— que la primitiva Iglesia identificaba con el paganismo. En el año 415 cayó en manos de una turba fanática de feligreses de Cirilo. La asesinaron, sus restos fueron quemados, sus obras destruidas, su nombre olvidado. Cirilo fue proclamado Santo.

La gloria de la Biblioteca de Alejandría es hoy un recuerdo lejano. Sus últimos restos fueron destruidos después de la muerte de Hipatia. Fue como si toda la civilización sufriera una operación cerebral infligida por propia mano, de modo que desaparecieron irrevocablemente la mayoría de los descubrimientos, memorias, ideas y pasiones de aquel tiempo. La perdida fue incalculable, algo pequeño pudo salvarse, en otros casos solo sabemos el nombre de las obras que fueron destruidas. De la mayoría de ellas no sabemos ni los títulos, ni los autores.

Como queda dicho, siguieron 1.000 años de oscurantismo religioso, y solo con el Renacimiento se quebró el pozo de sombra en que quedo sumida la humanidad. En los tiempos actuales, un renovado fundamentalismo místico-religioso, de origen Islamista, considera a todo Occidente como una nueva Biblioteca de Alejandría, y aspira en su locura, a destruirlo totalmente.

sábado, 26 de abril de 2008

Acerca de los regalos


Cuando recibes un regalo, debes saber que te han entregado una cosa en forma gratuita y que lo han hecho por voluntad , por costumbre y, a lo mejor, por amor. Pero desde los tiempos de la célebre dádiva del Caballo de Troya, la humanidad ha decidido juzgar las ofrendas recibidas. La época actual conserva esa tradición juzgadora, y el beneficiario/a somete el regalo a un serio escrutinio, del que se deriva una auténtica sentencia: —Es una porquería; —¿A este, qué le picó?; —¿Que pasa, te has vuelto loco? — ¿Qué me estarás ocultando? y otras lindezas por el estilo, que se disimulan tras el consabido: ¡Muchas gracias!

Y es que el buen regalar es una auténtica técnica multidisciplinaria, que requiere del conocimiento de cantidad de especialidades e incluso de una gran sensibilidad.
No siempre debe esperarse un acontecimiento para obsequiar, es bueno hacerlo también como una muestra espontánea de cariño. Llega en forma inesperada, es una sorpresa emocionante. Regalar versos sentidos es una costumbre romántica, algo en desuso, pero muy hermosa. Un poeta era tan pobre, que le regaló su sombra a su querida.

Suele decirse que obsequiar determinadas flores o piedras preciosas lleva implícito un mensaje más o menos oculto. Pero los críticos contemporáneos lo niegan, alegando que es un burdo truco comercial de los floristas y los joyeros.

Tampoco la cosa regalada tiene un destino fijo. Si te gusta los usas. Si no te agrada puedes cambiarlo, siempre que el regalo venga con una tarjeta del lugar donde fue comprado. Puedes guardarlo, sobre todo en épocas de inflación, por aquello de: "¡Guárdalo que va a subir!", puedes también regalárselo a otro, siempre que no sea el que te lo dio a ti. Por último puedes donarlo a una Institución, para que hagan una tómbola.
Tanto los regalos ridículos, como los ostentosos suelen ofender a las personas.

Los protocolos sociales en uso dicen que deben efectuarse regalos —inexcusablemente—, en los aniversarios, los bautizos, las navidades, en casos de accidentes, operaciones o percances en general. Ahora también se han agregado los casos de divorcio.

Una consideración especial es el regalo a la esposa en el día de su cumpleaños. Este regalo debe ser para disfrute exclusivo de la señora, como los perfumes, la ropa interior, la ropa en general, joyas, libros, discos. Nunca debe regalársele un artefacto del hogar, frigorífico, plancha, lava vajilla, etc.
Hacer esto último implica ofender, es regalar un Caballo de Troya. Te lo “regalo” para que luego lo uses en mi beneficio; es el mensaje que lleva implícito. Una forma oculta del machismo, odiosa como pocas.

viernes, 18 de abril de 2008

LA REFLEXION FEMENINA




Los hombres tienen más fuerza física que nosotras y ello ha condicionado el destino de incontables millones de mujeres a lo largo de la historia. Por la fuerza física ellos se hicieron cazadores y nosotras, por la menos fuerza física, nos hicimos recolectoras.
El vigor masculino fue en los tiempos primigenios la condición necesaria para la supervivencia de la especie. Al repartirse las responsabilidades, nosotras fuimos las que gestamos y parimos, por lo que hubiese sido de justicia, detentar la mitad del poder.

Pero no. El trato fue injusto y todo el poder fue para el hombre. El varón pasó a ser el narrador de la humanidad. Los varones nos han contado como sucedió todo, los motivos, los argumentos, los resultados. Casi todas las civilizaciones han dado por válida, —siempre— la narración de los varones.

Las mujeres solo tuvimos la obligación de escuchar la voz varonil durante siglos y siglos; como si no hubiera otra. Estuvimos en silencio sin siquiera reivindicar el sonido de una voz propia. Recién por el siglo XIX, a mediados del siglo, comenzó a hacerse audible una voz oprimida y rabiosa, el Movimiento Feminista.

Luego, en el XX, Virginia Woolf (El cuarto propio) reclama intimidad física para desarrollarnos como sujeto, intimidad personal para tener nuestro juicio propio; mientras que el Feminismo sigue luchando para que las mujeres seamos visibilizadas como seres humanos.

Hay un armario femenino, como hay un armario homosexual. Los gays nos han iluminado muchísimo al respecto. Su epopéyica “salida del armario”, con los conflictos que supone enfrentarla, nos dicen a las mujeres de nuestros propios armarios, donde hemos dejadas colgadas —y a lo mejor descartadas— las mejores partes de la femineidad. Hace apenas cien años empezaron a reconocernos; hasta entonces solo éramos hembras, “personas con capacidades diferentes”.

Hoy somos sujetos; la fuerza física es un atributo degradado. Creemos que podemos abrir los roperos y ponernos las ropas que nos apetezcan. ¡Pero no, cuidado! Eso lleva tiempo y una se enreda con una misma. Hoy la fuerza de la voluntad es mas valorada que la fuerza física y las mujeres tenemos magníficas oportunidades. ¿Pero, queremos oportunidades magníficas en lo profesional o económico?

Muchas de nosotras llamaríamos hoy, una “oportunidad magnífica” el hecho de poder llorar o abrazarnos al pecho de un varón. Y los varones, que antiguamente nos abrían la puerta…hoy nos quitan el pecho. No hay nada más que espante a un varón español de 30 años para arriba, que una mujer “lo necesite”.

Nosotras sí, queremos a los varones. Hubo generaciones femeninas que en realidad, no los quisieron. Les tuvieron mucha rabia. Nuestras predecesoras tomaron conciencia de que fuimos criaturas de la especie humana siempre castigadas.

Fue cuando nos dimos cuenta de que incontables millones de las nuestras vivieron sus vidas con todas las oportunidades negadas, al mismo tiempo de que no se les ocurrió pensar que algo raro, siniestro y tremendo les estaba pasando.

jueves, 3 de abril de 2008

EL MAGNICIDIO



Muerte de John Fitzgerald Kennedy
de 46 años de edad, 35* Presidente
de los E.E.U.U., el 22 /11/1963


Diecisiete años después de ese acontecimiento, tuve oportunidad de visitar, en dos años consecutivos, la ciudad de Dallas, en el Estado de Texas. Eran los años del Señor de 1980 y 1981. Yo recuerdo el día de su asesinato, me encontraba en Buenos Aires trabajando en una oficina. La noticia causó gran perturbación por tratarse de quién era, pero pasadas las exequias, la cosa se fue desinflando, —porque al final— para nosotros, era una personalidad extranjera.
Solo al visitar el lugar donde ocurrieron los hechos, pude apreciar la conmoción profunda que aquello había causado en el pueblo americano, — y debo reconocer— yo también sentí un extraño escalofrío al palpar sobre el terreno las circunstancias de su muerte.

Justo en una esquina del edificio desde donde le dispararon, se instaló un pequeño cine que ofrecía los noticiosos de la época, acompañando el relato con un mapa con pequeñas luces, que en forma coordinada con el filme, explicaban los que fueron los últimos momentos del Presidente. La visualización de aquello me llevó a pensar en una conspiración muy bien urdida, que había sido llevada a cabo con una profesionalidad demencial. Y eso era lo que me producía el escalofrío antes mencionado. El hecho de que más adelante, unos 20 testigos que se ofrecieron a la investigación judicial, murieran en forma violenta, terminó por convencerme de la intencionalidad de aquella muerte.

Aún hoy —44 años después— me acuerdo de aquellas visitas a esa ciudad. Aquel nefasto 22 de noviembre discurrió más o menos así: La pareja Presidencial llegó al aeropuerto de Dallas pasado el medio día, y se embarcó en un automóvil descubierto, con el fin de saludar a la población congregada a lo largo del recorrido. El FBI había recomendado al Presidente que no utilizara esa clase de vehículos para su desplazamiento debido a la falta de protección. Pero los Kennedy eran enormemente populares y sobre todo JFK era bastante vanidoso, y no se quería perder el baño de multitudes vivando y aplaudiéndolo. En el vehículo viajaban la pareja, el Gobernador del Estado y su esposa, al lado del chofer iba un agente del FBI y en el momento de los disparos varios agentes federales estaban apareados al automóvil presidencial.

El viaje desde el aeropuerto al centro de la ciudad transcurrió normalmente. Al llegar a la zona céntrica la velocidad se redujo apreciablemente, no debía superar los 5 km. por hora. La calle por la que venía la comitiva desembocaba en una plazoleta circular, bastante amplia, por lo que el automóvil dobló a la derecha, la fue rodeando, y en el preciso momento en que se disponía a retomar la continuidad de la calle, sonaron dos disparos que alcanzaron, por detrás, la cabeza del presidente. Todos los ocupantes del auto estaban sentados, viajaban seis personas, y solo JFK fue impactado por los disparos. El tirador tenía una puntería excepcional, el auto apenas se movía, no había ninguna protección, la víctima estaba sentada…

Lo que vino después es bastante conocido. El asesino fue capturado de inmediato, se le encontró el fusil que utilizó, y dos días después, al ser trasladado a los Tribunales fue asesinado por un enfermo terminal de cáncer, que se le acercó sin que nadie lo detuviera, y le disparó desde muy corta distancia. Luego murió el asesino del asesino, en prisión, mas tarde los testigos y al final la investigación parlamentaria declaró que el victimario de JKF actuó solo, por iniciativa propia y sin cómplices. Anda a contársela a Gardel…

miércoles, 2 de abril de 2008

El secuestro

Dedicado a Carmen del Pastor
que me ha servido de musa

La estancia era desapacible. Similar a la que se ve en las películas. Una habitación espartana, parca en mobiliario y fría, muy fría.

 

El policía entró y se sentó frente a mi. Me miró directamente a los ojos y, se presentó "Buenas noches, soy el inspector Ortiga". A continuación, abrió la carpeta que traía bajo el brazo y que suavemente había depositado sobre la mesa, poniéndose a leer la información allí contenida. Al cabo de unos segundos volvió a fijar su mirada en la mía y comenzó a hablar:

 

- Javier Corredor. 39 años. Sin antecedentes. Casado. Dos hijos. Trabajo fijo desde hace catorce años..... – hizo una pausa -. ¿Puedo preguntarle por qué?

 

- Sí, claro – Respondí -. Fue por ella. Por la chica que me atendió en ventanilla.

 

- ¿Me está diciendo que ha atracado y secuestrado una entidad bancaria sólo por una de sus empleadas? – su tono reflejaba sorpresa y cierta mofa acompañada de una duda razonable ante lo escuchado -. ¿Ha puesto en juego su vida solo por eso?

 

- Sí.

 

- No. No, no. Esto no funciona así ¿Crees que soy gilipollas? ¿Qué me voy a tragar ese cuento?– noté como había dejado el amable usted para ir directamente al "eres una rata que no merece mi consideración y por tanto te tuteo e insulto porqué aquí mando yo ¿Te enteras?". Y sí. Sí me había enterado -. ¡Tu lo que querías es la pasta! Te salió mal la jugada y acabaste encerrado en la sucursal, con unos rehenes. Eso es lo que ha pasado. –sentenció.

 

Le miré fijamente a los ojos y me tome un segundo antes de responder. "Crea usted lo que quiera, pero mis motivos fueron los que le he dicho"

 

- ¿O sea que se ratifica en que has cometido un delito como este, solo por la empleada de un banco?

 

- Exactamente

 

- Vamos a ver. Vayamos por partes. Explícame lo que pasó.

 

- De acuerdo – contesté-. Pero para eso tengo que contarlo desde el principio.

 

Eché la vista atrás y repasé los acontecimientos de los últimos cuatro días que me habían conducido a esta estancia.

 

- Todo empezó el lunes – comencé -. Como había cobrado la nómina con los incentivos del último año y tenía unos pagos atrasados en la Caja de Ahorros del Segura, fui a la sucursal del Money Bank que hay en Pozuelo. No por nada, sino porque de otras veces sé que las dos están a menos de cien metros la una de la otra y, claro, para andar con 6000 euros en el bolsillo es más seguro.

 

El caso es que en lugar de estar la señora que habitualmente se encarga de la ventanilla, había una chica que no conocía y ¿Sabe? Me impactó.

- ¿Estaba buena? – me interrumpió el inspector -.

 

- Pues si le digo la verdad no lo sé. Bueno, ahora sí lo sé, pero en aquel momento no fue en lo que me fijé. No. Fue en su cara. Hermosa, solo puedo definirla como hermosa. ¿Conoce usted a una actriz que se llama.....– dudé. No me salía el nombre -. ¡Sí!. Bridget Fonda?

 

El policía hizo un gesto negativo con la cabeza al tiempo que alzaba su ceja derecha y cerraba la comisura de sus labios. Sin duda intentaba recordar de quien le hablaba.

 

- Guapísima – continué -. Veintipocos años. Melena morena. Una cara preciosa dentro de un ovalo perfecto. Ojos verdes y, todo ello, adornado de unas graciosas pecas. No sé ¿Qué más le puedo decir? La mujer más guapa que he visto en mi vida. Y le aseguro que he visto muchas. Siempre me han gustado más las mujeres bellas que las que están buenas.

 

- Vale, vale – volvió a interrumpirme -. ¿Y entonces que?

 

- Bueno. En lugar de sacar todo el dinero que quería, me llevé solo mil euros. Como no es mi sucursal, sé que tienen que enviar una comprobación de mi firma a mi oficina habitual. Eso tarda unos diez minutos. Así podía estar este tiempo allí disfrutando de ella, y encontraba una excusa perfecta para verla otra vez.

 

El martes volví a la oficina, y repetí la operación. Y antes de ayer, regresé por tercera vez. Siempre con el objetivo de encontrarme con ella, de que me atendiese. Por último ayer tuve que retirar el dinero que faltaba, para no ser penalizado por el retraso. Tuve suerte, y la comprobación de firmas se demoró por espacio de media hora. Anduve intentando tontear, pero ¿Qué quiere? Eso no es lo mío. En las distancias cortas no soy un tío gracioso ni ingenioso. Más bien tímido – paré un momento y recordé mis vanos intentos por parecer lo que soy cuando se me conoce bien, pero que nunca transmito en las primeras conversaciones -.

 

El caso es que esta mañana me apetecía volver a verla pero ya no tenía ningún motivo real para ir al banco. Como dejé la cuenta a cero ya no podía hacer ninguna operación. Aun así, me planté allí a ver si encontraba alguna excusa. Y entonces se me ocurrió lo del secuestro. No sé porqué, pero me acordé de la película de Átame, de Almodóvar. Pensé que si secuestraba el banco, podría pasar al menos unas horas con ella y conocerla mejor. Ser yo mismo. Vamos, ver si podría haber química entre los dos.

 

Hice una nueva pausa y pedí un vaso de agua. Después continué con mi historia

 

- Como hace años viví en Pozuelo, sé donde hay un "Todo a cien". Fui allí, compré dos botes grandes de plastilina y bolsas de basura blanca. En mi coche coloqué la plastilina dentro de una de las bolsas, la enrollé alrededor de mi cuerpo, y me planté en el banco. El resto ya lo sabe.

 

El inspector se quedó pensativo un segundo "¿Eso es todo?", preguntó.

 

- Sí, no hay nada más. Las reivindicaciones fueron solo para ganar tiempo. Solté al resto de los rehenes en cuanto pude, porque no quería que pasasen un mal rato por nada, y estuvimos solos hasta que decidí que ya era suficiente.

 

Se hizo una largo silencio. Después el inspector comenzó a recoger los folios que se hallaban sobre la mesa y sin preámbulos me preguntó "¿Ha merecido la pena?"

 

- Sin duda – respondí-. Creo que sí. Que ha merecido la pena.

 

Mi interrogador cogió la carpeta y se abrió la puerta. Sin embargo, antes de irse se volvió hacia mi. "¿Y no hubiera sido más fácil haberla invitado a tomar un café?"

 

Reconozco que no esperaba esa pregunta. "¿Usted me ha visto inspector?¿Realmente cree que hubiese aceptado un café conmigo?".

 

-No sé – respondió -. Pero tal vez hubiese debido atreverse a conocer esa respuesta.

 

Mientras me devolvían a la celda, esa pregunta no dejaban de repetirse en mi cabeza ¿Hubiese aceptado un café?