viernes, 9 de mayo de 2008

ACERCA DE LAS SECTAS

1 - Introducción

Un buen punto de partida para abordar el fenómeno de las sectas, es posicionarnos a fines del siglo XIX y principios del XX. En aquella epoca soplaban los vientos fuertes del Positivismo y las sectas religiosas eran consideradas como subproductos de la ignorancia y la superstición, y en consecuencia, despreciadas. Y no solo las sectas, tambien las religiones históricas —"opio de los pueblos"—pronto iban a ser sustituídas por la consagración de la ciencia en todo el orbe. Esta era vista como una etapa lógica superior del hombre que tenía la misión de instalar sobre la Tierra el bienestar del cuerpo y del espíritu.

Ahora, a principios del siglo XXI, ya no se piensa igual. Se reconoce que mucho de lo que se esperaba de la ciencia respondía a una ilusión y una ideología. No se duda de sus meritos, de su gloria y de su imparable avance, pero se la evalúa con mas objetividad, y sobre todo con mayor
prevención. Los secretos de la vida y de la mente no son elementales, ni fáciles de aprehender. La ciencia tiene muchísimo camino por recorrer y el hombre tardará un tiempo inmedible en solucionar las causas que le impiden ser bueno y felíz.

Este repliegue de la arrogancia científica ha tenido sus consecuencias negativas, ya que el reconocimiento de la falta de omnipotencia del saber científico, ha arrastrado muchedumbres hacia los expedientes de la magia y la superstición. En efecto, la ciencia no ha logrado resolver las angustias fundamentales del hombre y, sabe Dios, cuanto tiempo tardará en acercarse, —no digo llegar— a semejante meta. Las multitudes humanas siguen padeciendo falgelos colectivos, enfermedades e injusticias de todo tipo—sobre la materia y el espíritu, —y solo encuentran consuelo en el pensamiento religioso, desde hace milenios.La actual parafernalia tecnológica encandila, marea, distrae...pero no sosiega al alma.

Y en el inicio del tercer milenio las grandes religiones deberían llevar a cabo una tarea enorme sobre millones de seres humanos sufrientes. Les cabe un papel destacado en la prédica, defensa y consolidación de la ética. Sin ética —sin ley— no será posible la sobrevivencia humana.

2) - Las sectas

Suelen manifestarse como desprendimientos de las grandes religiones, surgen como organizaciones rebeldes, competitivas y heroicas. Aunque aparentan similitudes con aquellas apuntan a direcciones distintas. En las grandes religiones existen redes que ligan a miembros y líderes en torno a principios largamente afirmados, que garantizan la responsabilidad, control y un catecismo previsible.

En las sectas predomina la subjetividad, el capricho y la tiranía del jefe terrenal. ¿Porque los hombres abandonan una religión determinada y se sumergen en el extasis de una secta? Lo hacen para salvarse de la pesadilla que los ahoga, se aferran al leño que los salvará del naufragio, se entregan a quien les asegura remedio inmediato. La religión que dejan no ejerce sobre ellos la misma seducción que una secta. Las grandes religiones institucionalizadas —no sus líneas fundamentalistas— suscriben el movimiento ecuménico y apoyan el derecho a la libertad de creencia; los movimientos seculares respetan y estiman las expresiones comunitarias. Ambos practican la valoración recíproca y exhiben una grandiosa conquista de la sensatez.


Pero la secta es otra cosa, equivale al uso y abuso por parte de sus dirigentes, de las emociones primordiales del hombre. Emociones que se activan con mecanismos de la regresión psíquica, en las que caen tambien los que dirigen. Aunque los matices de las sectas confunden, los rasgos compartidos son siempre los mismos: todas aprovechan la cuota de desesperación que exhibe un neófito y la disposición a la servidumbre espiritual que confiesa un adicto. Quienes se introducen en ellas están abrumados por angustias persecutorias y dentro de la secta buscan y obtienen alivio. La sugestión que a traves de la palabra, los ritos y ciertas actitudes del lider, les garantizan que — por fin —han encontrado a un hombre que los comunicará con Dios, e incluso logrará que este derrame sobre ellos soluciones inmediatas y rotundas.

En el interior de la secta se genera la negación maníaca del mal, actúa un mecanismo disociativo mediante el cual se expulsa el mal hacia afuera. Se acepta que el líder es toda santidad, poder y pureza. Se obedecen sin crítica cada una de sus indicaciones, sumergiendose los adeptos en las aguas profundas de una entrega sin reservas. Primero se comienza con indicaciones inocentes, y luego se prepara el terreno para órdenes mas difíciles de cumplir. Los rituales de purificación van desde la oración hasta el delito penal, y ayudan a expiar las culpas profundas que agobian a los fieles. En muchos casos se llega al suicidio colectivo, como ocurrió en Guyana, en 1978, con 913 muertos, o en Waco (Texas) en 1993, con 86 muertos.

Las tecnicas compartidas por las sectas religiosas apuntan a la exacerbación de los mecanismos regresivos, sin ningún control sobre sus consecuencias. El caracter colectivo de las reuniones facilita la vuelta a un pasado emocional remoto. Las conquistas de la racionalidad se sepultan,—de a poco, —bajo las capas de emoción primaria. Esto se acompaña con el peso de una jefatura autocrática y rígida. El amor de esa jefatura idealizada exige en contrapartida el sometimiento extremo, y el sometimiento es mas fácil de expresar cuando mayor es la arbitrariedad y la sevicia que la jefatura impone. Entre el lider y sus seguidores se establece una relación equivalente a la de una pareja sadomasoquista. Y los resultados no acaban bien como lo demuestran tantos casos. Ese viaje al submundo del pasado primitivo tiene sobrados elementos para desembocar en tragedia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estupendo post, aunque demoledor en cierto modo tambien revelador, porque pone muchísimas cosas en su sitio a poco que uno quiera reflexionar. Dios Padre Todopoderoso, la Santa Madre Iglesia... Nada es más atractivo que la idea de tener por siempre un padre y una madre que lo resuelva y absuelva todo. Y así, según van fallando unos y otros vamos pasando de invento a invento. Nada nos saca de la responsabilidad que tenemos sobre nosotros mismos, y eso crea estados de inseguridad y malestar que cualquiera puede ofrecerse a paliar, a cambio de algo, claro.

Anónimo dijo...

Puse mal la dirección y no enlazó. Ahora está bien. Mis disculpas.

Stultifer dijo...

No caigamos en las sectas. Hagamos una propia, individual e indivisible.