lunes, 4 de agosto de 2008

LA CABALA (PARTE TERCERA)

Los defensores de este sistema de interpretación de las Sagradas Escrituras consideran como exposiciones autorizadas de sus doctrinas solamente a dos libros: El libro de la creación y El Zohar.

El libro de la creación dice ser un monólogo del Patriarca Abraham, quien enumera los treinta y dos caminos de sabiduría por medio de los cuales Dios produjo el universo y habla de la relación que existen entre las cosas visibles y las letras que son los signos de las ideas.

El Zohar (luz, resplandor) ha sido considerado "La Biblia" de los cabalistas, está escrito en arameo —un idioma predecesor del hebreo— estando la porción principal del tratado dividida en cincuenta y dos lecciones semanales, de manera que puede ser leído en el curso de un año.

Me referiré solamente a un aspecto del contenido doctrinario del Zohar: los cuatro mundos. El primer mundo, el mundo primigenio, es el mundo de las emanaciones.
Considerado en si mismo, el Ser Supremo (En soph, sin final, infinito) es una idea. De ese Ser Primordial no podemos decir que existe, ni tampoco que piensa, ni tampoco que quiere. Solo podemos decir que de él surgen diez emanaciones, las sephirot. La idea del Ser eterno que siempre ha tenido esas diez emanaciones es de difícil comprensión, Esas diez emanaciones, emanan una de otra, y el texto nos dice que corresponden a los dedos de las manos. La primera emanacion se llama La Corona, de la corona surge otra emanación, de esta otra, luego otra hasta completar diez. Las diez emanaciones forman un hombre que se llama el Adam Kadmon, el hombre Arquetipo. Ese hombre está en el cielo y nosotros somos su reflejo. El primer mundo es el mundo de la creación.

El Segundo, tercero y cuarto mundo; del primer mundo emana el Segundo, el mundo de la formación. De este emana el mundo material, que es el mundo en el que nosotros vivimos, y a su vez de este emana el cuarto mundo, que es el mundo infernal. Todos estos mundos estan incluídos en el Adam Kadmon. Lo expuesto parece una pieza de museo de la historia de la filosofía, pero puede ayudarnos a pensar y tratar de comprender el Universo.

El mecanismo de las diez Sephirot y los cuatro mundos que van creando esas diez emanaciones, a medida que se van alejando de En soph, de lo ilimitado, de lo oculto, van perdiendo fuerza, hasta llegar a la emanación que crea este mundo, en el que estamos nosotros y que fué creado por el Dios que se llama Jehová. Se trata de un Dios devaluado, en el que la divinidad primigenia se ha ido disminuyendo, y que ha construído este mundo falible, lleno de horror, de pecados, de sentimientos de culpa, lleno de crímenes.

Sí: este mundo es la obra de una Divinidad deficiente, de un Dios que no es el Dios y que lo ha amasado con un material adverso. No es la obra de un Dios todopoderoso y justo, pero depende de nosotros. Tal es la principal enseñanza que nos deja la Cábala, mas alla de ser una curiosidad que no puede ser demostrada científicamente.

2 comentarios:

Cartas que nunca escribí dijo...

¡Vaya tema! y qué bien lo estás llevando.
Me encanta.

Besos.

Firebrand dijo...

Hola Noa:
Me falta una entrega más sobre la Cábala, luego les contaré sobre la Avenida de Mayo, la patria chica de la inmigración española en la ciudad de Buenos Aires y alrrededores.
Auguri, cara amica.